Ciudad de Karlovy Vary

Karlovy Vary es un balneario de renombre mundial ubicado en la República Checa. Es famoso por sus numerosas fuentes termales, que se han formado gracias a su afortunada posición geográfica y un paisaje igualmente afortunado. La ciudad se encuentra en la confluencia de dos ríos, con laderas montañosas que forman sus orillas. El desarrollo gradual de la zona de balnearios ha dado a los puntos de referencia de Karlovy Vary una característica distintiva de esa era, marcada por una mezcla de estilos arquitectónicos. El terreno rocoso también ha contribuido a ajustes en la apariencia de la ciudad, haciéndola única con su planificación en terrazas escalonadas, especialmente notoria cuando se observa desde una perspectiva de vista de pájaro. Aunque principalmente es visitada por motivos de salud, ¡Karlovy Vary también ofrece todas las comodidades para aquellos que prefieren el ocio activo!

¿Cuándo ir?

Como Karlovy Vary es principalmente un balneario, aquí existe el concepto de estacionalidad. La temporada alta en esta ciudad dura de mayo a septiembre y comienza con la tradicional bendición de las fuentes termales. En general, el balneario opera durante todo el año. Un período de relativa calma dura de enero a febrero. Durante este tiempo, Karlovy Vary recibe el menor número de turistas, y los precios en las casas de huéspedes pueden disminuir ligeramente.

¿Qué comprar?

Karlovy Vary es un lugar fantástico para hacer compras pintorescas y beneficiosas. El principal tesoro de este balneario son sus manantiales minerales, por lo que el recuerdo más común encontrado en las tiendas locales son tazas de porcelana con picos (sippers) diseñadas para beber agua mineral en los pabellones.

Otro recuerdo único es la Rosa de Karlovy Vary. Para obtener esta flor petrificada, uno debe tomar una rosa fresca y colocarla en un manantial mineral por un tiempo. Además, en Karlovy Vary se vende sal térmica, que se puede usar en casa para los baños.

Karlovy Vary es el lugar de nacimiento de la famosa bebida "Becherovka". Fue aquí donde el farmacéutico Jan Becher vivió y creó lo que se convirtió en uno de los licores más reconocidos del mundo. Tampoco debe pasarse por alto el cristal checo. En Karlovy Vary, hay muchas tiendas donde se pueden comprar encantadores artículos hechos de cristal de montaña.

¿Qué probar?

El principal símbolo culinario de Karlovy Vary son las obleas “oplatki.” La receta original requiere agregar nueces, pero hoy en día se hacen con una variedad de rellenos y sabores: vainilla, almendra, chocolate, limón. Las obleas de Karlovy Vary fueron inventadas por amas de casa locales en el siglo XVIII, y hasta el día de hoy, los productores mantienen la tecnología original de cocción para este manjar.

La cocina checa no se puede imaginar sin el codillo de cerdo picante, asado en cerveza hasta obtener una costra dorada. En casi todos los restaurantes de Karlovy Vary, puedes encontrar este plato tradicional. Para acompañar, te ofrecerán albóndigas checas o repollo estofado. Una cena tan abundante puede complementarse con una copa de la mismísima “Becherovka.”

Además, los menús de los restaurantes de la ciudad incluyen costillas de miel al horno, pato asado, sopa de ajo con carnes ahumadas, solomillo de ternera en crema, bramboraky (tortitas de papa). En las calles, puedes ver puestos preparando el tradicional dulce checo – trdelník.

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