Descripción

La Cripta Imperial está ubicada debajo de la Iglesia de los Capuchinos y está destinada al entierro de los miembros de la antigua dinastía gobernante de Austria, los Habsburgo. Aquí, 149 miembros de la dinastía Habsburgo, incluidos 12 emperadores y 19 emperatrices y reinas, han encontrado su lugar de descanso final. Los entierros en la cripta continúan hasta el día de hoy: el más reciente tuvo lugar el 16 de julio de 2011, cuando Otto von Habsburgo, el último príncipe heredero de la Casa de Habsburgo, fue enterrado aquí. La Cripta Imperial se divide en 9 criptas más pequeñas, así como en una capilla, donde están enterrados la esposa del emperador Carlos I, la emperatriz Zita de Borbón-Parma, y uno de sus hijos. Era costumbre colocar los corazones de los Habsburgo en urnas de plata en la Cripta del Corazón en la Iglesia de los Agustinos, mientras que otros órganos internos se enterraban en urnas de cobre en la Cripta Ducal bajo la Catedral de San Esteban.

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Precio

5.50 EUR

Características

Accesible para sillas de ruedas

¿Cómo llegar aquí?

Las opciones de transporte público más cercanas para su conveniencia.

Rathausplatz, Burgtheater
Parada de tranvía 890 m caminar
Stephansplatz
Estación de metro 288 m caminar
Landstraße
Estación de tránsito 1.17 km caminar
Burgring
Estación de autobuses 508 m caminar
Wien Mitte-Landstraße Bahnhof
Estación de tren 1.1 km caminar

Reseñas y calificaciones

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4.6
basado en 11.614 opiniones
4.6/5 11.614 opiniones
Zyzzthetics
Zyzzthetics
4 semanas hace en Google

Erg indrukwekkend

Yan Ni Tan
Yan Ni Tan
4 semanas hace en Google

A must visit for history buffs (or if you’re a fan of Empress Sisi) - aside from the themes of death and legacy, the interior architecture is also impressive 👍🏻 we booked the English tour online as well at an additional fee, but felt that this might not be necessary as there are ample signs around the crypt.

Franziska S.
Franziska S.
1 mes hace en Google

Die Gruft war super. Sehr beeindruckend. Leider wurde unser Besuch durch ein Kind, das durchgehend in der Gruft rumgebrüllt hat, gestört. Das Echo der Gruft hat dazu beigetragen, dass man das Geschrei wirklich überall gehört hat. Alle Besucher waren sichtlich genervt - vor allem weil es eine Grabstätte ist und dort Ruhe herrschen sollte. Es wäre schön gewesen, wenn einer der Angestellten nach einer gewissen Zeit eingeschritten wäre und die Eltern gebeten hätte, mit dem Kleinkind die Gruft kurzzeitig zu verlassen und zu einem späteren Zeitpunkt wieder zu komme, wenn es sich beruhigt hatte. Dadurch hat leider die Qualität des Besuchs enorm gelitten.

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