Pamplona

A principios de julio, las calles de Pamplona se llenan de los colores blanco y rojo del festival español más extremo, los Sanfermines. Durante nueve días seguidos, a las 8 de la mañana, seis toros comienzan su corrida por las calles de la ciudad, desde el Mercado de Santo Domingo hasta la Plaza de Toros. La fiesta termina con un espectáculo de fuegos artificiales en la plaza junto a la Catedral de Santa María la Real.

Comienza a conocer Pamplona desde las murallas de la ciudad y la Ciudadela con forma de estrella, con baluartes y jardines, que tiene entrada gratuita. Las vistas más bonitas de la ciudad y el río se pueden apreciar desde el Mirador de Caballo Blanco junto al Baluarte y el Revellín Real. Una alternativa es la plataforma de observación de la Catedral.

Las antiguas calles del casco antiguo, Casco Viejo, llevan a los turistas al Ayuntamiento. Cerca se encuentra el Museo de Navarra y la espaciosa Plaza del Castillo, mencionada en una novela de Hemingway. Se puede ver una escultura del escritor junto al Café Iruña, cuyo interior no ha cambiado. Todos los días al mediodía, se puede escuchar el Himno de Navarra frente al Palacio de Gobierno. Para recuperar fuerzas, pide en cualquier café los famosos pinchos, pequeñas tapas en palillos.

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