About

The House of Teresa of Ávila in Salamanca stands as a testament to historical elegance and spiritual significance. Once the peaceful abode of Santa Teresa herself, the house now opens its beautifully restored 15th-century architecture to visitors. The museum offers a glimpse into her life with fascinating memorabilia and period furniture carefully arranged throughout the residence. An altar on the second floor adds a unique touch of reverence, complementing the serene environment. Private tours led by the sisters provide an insightful journey filled with engaging stories and a deep sense of tranquility. Nestled between a funeral home and a bank, the house is surprisingly tranquil, with a lovely fountain nearby serving as a gentle reminder of the area's contemplative ambiance. Ideal for families, it's not only a chance to explore history but also to experience a peaceful retreat amidst the bustling city of Salamanca.

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Features

Suitable for children

How to get here?

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Avda. Mirat
Bus stop 325 m walk
Pº. Carmelitas
Bus stop 286 m walk
Avda. Italia
Bus stop 321 m walk
Zara Calle Zamora
Bus stop 153 m walk
Avenida Villamayor,
Bus stop 357 m walk
Pza. Gabriel y Galán s/n
Bus stop 365 m walk

Reviews and Ratings

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4.6
based on 75 reviews
4.6/5 75 reviews
José M. Fanjul Díaz
José M. Fanjul Díaz
4 months ago on Google

A Salamanca, a la sazón ciudad castellana próspera y universitaria, llegó la Santa en compañía de una sola monja, María del Sacramento, el 31 de octubre de 1570, a mediodía. En esta ocasión acude a la llamada del rector jesuita Martín Gutiérrez, para fundar un nuevo convento en una casa que estaba alquilada a unos estudiantes. Parece que abandonaron disgustados el hogar y que las dos monjas durmieron vísperas de Todos los Santos en lo que habría de ser la sede conventual durante los tres años siguientes. En la actualidad, aquella casa es conocida como la Casa de Santa Teresa o Casa de Juan de Ovalle, situada en la calle de los Condes de Crespo Rascón, 19, y habitada por la Congregación de las Siervas de San José desde 1881. En ella, se dice que Teresa de Jesús compuso el villancico que comienza con la estrofa de tres versos tan divulgada:“Vivo sin vivir en mí/ y tan alta vida espero/, que muero porque no muero”. Fue la primera de las estancias, pero por ser casa “húmeda y muy fría”, hubo de abandonarse y ocupar la comunidad otras plazas mejores. La misma Santa relata que a los tres años, el 31 de julio de 1573, regresa del Convento de la Encarnación de Ávila a la ciudad salmantina para dirigir el traslado del convento a una nueva residencia con mejor habitabilidad. Y el día de San Miguel del mismo año se festejó popularmente aquel acontecimiento, al que acudieron gentes del lugar. Dice también que mucho llovió ese día, pero lució el sol cuando el pueblo asistió al acto. Posteriormente, se construye el convento de Carmelitas Descalzas en 1610 en la avenida conocida como de Carmelitas, pero es destruido en 1970. De él se conservan la iglesia, la portada del convento y un mosaico del mismo. Ya en fechas muy recientes las monjas pasan definitivamente al moderno convento de Cabrerizos en 1973, obra del arquitecto Antonio Fernández Alba. Salamanca también esconde en sus calles verdaderos tesoros teresianos, a menudo empequeñecidos inmerecidamente por el rico elenco patrimonial de la ciudad, no en vano Patrimonio de la Humanidad.

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Maria Ale
Maria Ale
4 months ago on Google

Muy bien conservada, lástima que sacaron la guía de este lugar ,así que las monjas que viven allí tienen que tomarse tiempo para atender a la gente que llega . Les agradezco la hermosa atención y predisposición que tuvieron con nosotras.

Pablo Grande López
Pablo Grande López
5 months ago on Google

Con toda su sencillez, esta construcción es, desde el punto de vista arquitectónico, una AUTÉNTICA JOYA muy desconocida: es posiblemente la única casa no palaciega -o sea, de categoría ‘doméstica’- del siglo XV y que preserva su trazado general original de toda Salamanca; y de las no muchas (no palaciegas) que quedarán así conservadas de esa época anterior al 1500 en España. Es decir, aún perteneciendo a familias nobles o hidalgas, nos permite ‘ver’ e imaginar cómo era la vida cotidiana en una ‘casa bien’ mucho más hacia lo normal que hacia lo fastuoso de las casas-palacio (que es lo habitualmente preservado). ¡Una joya escondida! Y remanso de paz. Pd: de la importancia histórica -Santa Teresa, Santa Bonifacia- qué decir… pero eso, ya lo cuenta Vanesa -la guía- muy bien!

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