Descripción

El arte está lleno de sorpresas e intrigas. Un ejemplo perfecto de este estilo es la escultura ubicada en París llamada "El Pasaparedes." Creada en 1989, representa al personaje epónimo de una historia de Marcel Aymé. El escritor vivió en Montmartre durante muchos años, y las autoridades de la ciudad decidieron conmemorarlo de esta manera. Al examinar más de cerca la escultura, se puede notar que su mano izquierda está más brillante que el resto del monumento. Esto se debe a que hay un rumor entre los parisinos sobre las propiedades mágicas de la mano. Según la leyenda, quien la sacuda mientras formula su deseo más sincero, pronto lo verá cumplido.

Características

Accesible para sillas de ruedas

¿Cómo llegar aquí?

Las opciones de transporte público más cercanas para su conveniencia.

Les Vignes
Parada de autobús 144 m caminar
Saules - Cortot
Parada de autobús 140 m caminar
Place du Tertre - Norvins
Parada de autobús 120 m caminar
Abreuvoir - Girardon
Parada de autobús 92 m caminar
Moulin de La Galette
Parada de autobús 58 m caminar
88, Rue Lepic
Parada de autobús 131 m caminar
Gabrielle
Parada de autobús 138 m caminar

Reseñas y calificaciones

Escribe una opinión
4.4
basado en 1.694 opiniones
4.4/5 1.694 opiniones
Étoile Filante
Étoile Filante
1 mes hace en Google

Sculpteur originale, lieu très agréable.

Olinya
Olinya
1 mes hace en Google

La statue du Passe-Muraille, située sur la charmante Place Marcel Aymé à Montmartre, est un hommage fantaisiste et poétique à l'œuvre de Marcel Aymé. J'adore l'idée de cet homme qui semble sortir du mur, ce qui confère à l'endroit une atmosphère magique et un brin surréaliste. C'est un petit coin de Paris qui invite à la rêverie et à la contemplation. C'est un arrêt incontournable pour les amoureux de littérature et une curiosité amusante lors d'une balade sur la Butte.

Mostrar más
Tamires Ribeiro
Tamires Ribeiro
1 mes hace en Google

Parada rápida e divertida em Montmartre! Meus filhos adoraram a história do homem que atravessa paredes. Mesmo com turistas, o espaço é amplo e vale a visita — especialmente com crianças.