París

Esta ciudad ligera, acogedora e increíblemente romántica ha sido caracterizada en diferentes épocas no solo por escritores rusos, sino también por extranjeros. Una de tales descripciones se encuentra en una cita del poeta alemán Heinrich Heine: "Si Dios se aburre en el cielo, abre una ventana y mira los bulevares parisinos." París es un rincón único de romance, la capital de la moda y la belleza. Esta ciudad une atracciones mundialmente famosas, una lista que va más allá de solo la Torre Eiffel. París es famosa por sus parques y bulevares, que, según H. Heine, son admirados por el mismo Todopoderoso. Además, la ciudad es conocida por sus cabarets, y los cafés en la calle, que sirven baguette fresca y delicioso café aromático, añaden un encanto especial a la ciudad. Aquí, siempre encontrarás ayuda y consejo, y no hay lugar para la tristeza o la melancolía.

¿Cuándo ir?

París es una de esas ciudades únicas que pueden visitarse en cualquier época del año. Gracias a su clima oceánico templado, la capital francesa rara vez experimenta veranos excesivamente calurosos o inviernos muy fríos. Durante los meses de verano, las temperaturas se mantienen alrededor de +20-25°C, y de diciembre a febrero, el termómetro promedia entre +3°C a +8°C, rara vez bajando de cero.

¿Qué comprar?

Ir de compras en París está envuelto en una magia única, ya que es aquí donde se encuentran las casas de moda más reconocidas del mundo, y es en esta ciudad donde nacen los perfumes más icónicos. Cada amante de la moda considera su deber comprar un atuendo o accesorio en París.

En el centro de la ciudad, encontrarás las boutiques de marcas más de moda. En las afueras, hay centros outlet donde se venden productos de marca con descuentos significativos. El lugar de compras más popular que se ha convertido en una atracción es Las Galerías Lafayette.

Si sientes el deseo de sumergirte en el mundo del diseño y la moda, dirígete al distrito más romántico y bohemio de Montmartre. Allí, numerosos pabellones y tiendas ofrecen las mejores telas y adornos. París también vende una gran cantidad de antigüedades, incluyendo joyería vintage. En los mercados de pulgas locales, puedes encontrar verdaderos tesoros.

Además, de París se puede llevar una botella de vino maravilloso o el famoso queso francés, aunque no todos puedan apreciar su olor específico y su sabor inusual.

¿Qué probar?

París es un epicentro global de la cocina exquisita, donde la cocina se eleva al nivel de arte. Los restaurantes de la ciudad ofrecen los platos más inesperados y combinaciones inimaginables de ingredientes. Hablando de la cocina tradicional francesa en París, uno no puede pasar por alto la sopa de cebolla, el foie gras (hígado de ganso), las palomas y pollos asados, el soufflé, el gratin, el ratatouille y una plétora de otras delicias culinarias.

La panadería ocupa un lugar especial en esta ciudad. Las baguettes frescas y aromáticas con una corteza crujiente y los cruasanes esponjosos para el desayuno con diversos rellenos se han convertido en clásicos. Los parisinos también tienen un cariño especial por los postres. Es en París donde se encuentra la pastelería que inventó la receta de los macarons de almendra, amados por todo el mundo.

Y, por supuesto, es imposible imaginar un almuerzo tradicional francés sin vino y quesos. En los restaurantes locales, puedes probar quesos como el Brie, Camembert, Emmental y Roquefort. No olvides complementar tu comida con una copa de exquisito vino francés.

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