Le Bistroman Atelier en Madrid: fotos, reseñas, menú

Descripción

Premio Top Choice

2025 Restaurantes

MICHELIN

Selected: Buena cocina

Le Bistroman Atelier en Madrid ofrece una experiencia culinaria deliciosa con una impresionante calificación de 4.7 estrellas en Google. Conocido por su fantástica cocina francesa, este restaurante de alto nivel sirve una variedad de platos exquisitos como foie gras casero de pato y quenelles de merluza. Con un servicio amable y profesional, especialmente por parte de Ricardo, los comensales reciben excelentes recomendaciones. La atmósfera es acogedora y tranquila, perfecta para disfrutar de un almuerzo o cena relajado. Ideal para los amantes de los sabores europeos y mediterráneos, el restaurante también cuenta con una gran selección de vinos y cócteles. Se recomienda reservar debido a su popularidad como un lugar de visita obligada para disfrutar de auténtica cocina francesa en Madrid.

Precio

$$$$ 52 - 74 USD

Comidas

Almuerzo, Cena

Cocinas

Europeo, Francés, Mediterráneo

Servicios

Reservas disponibles

Oferta

Se sirve alcohol

Pago

Pago con tarjeta de crédito

Platos y Bebidas

Descubre los platos destacados y las bebidas únicas que definen el menú de Le Bistroman Atelier.

Carne de res
Cerveza
Tartas
Queso
Chocolate
Café
Pato
Pescado
Pastel de frutas
Helado
Limonada
Carne
Parrillada mixta
Pasta
Pasteles
Pájaro
Ravioles
Salmón
Mariscos
Solomillo
Salmón ahumado
Sopa

¿Cómo llegar aquí?

Las opciones de transporte público más cercanas para su conveniencia.

Callao

Parada de autobús 478 m caminar

Plaza De La Paja

Parada de autobús 405 m caminar

Palacio Real

Estación de autobuses 364 m caminar

Ópera

Estación de autobuses 154 m caminar

Opera

Estación de metro 173 m caminar

4.7

basado en 796 opiniones

Google

4.7/5 790 opiniones

Facebook

5/5 6 opiniones

Martin Kolev (Markiza JR)

Comida: 5
Servicio: 5
Atmósfera: 5

Had the pleasure of dining at this 1-star Michelin restaurant tucked away in a prime spot in Madrid — and it did not disappoint. Service was spot-on: fast, attentive, and the staff really knew their stuff, which made the whole experience smooth and enjoyable. The food? Unreal. Beef Wellington was cooked to perfection, the croquettes were crispy little flavor bombs, and the ratatouille was elevated without trying too hard. The soufflé at the end sealed the deal — light, rich, and everything a dessert should be. The atmosphere hit a sweet spot between fancy and comfortable — upscale but not stiff, and nice and quiet so you can actually enjoy a conversation. Special shoutout to the sommelier: absolute pro. Nailed every wine pairing, each one complementing the dishes without overpowering them. You could tell they cared about the craft. All in all, it lived up to the star and then some. Would go back in a heartbeat.