Cukiernia Verner Chocolate Stories Galeria Bałtycka en Gdańsk: fotos, reseñas

Descripción

Verner Chocolate Stories en Galeria Bałtycka, Gdańsk, ofrece un encantador escape para quienes tienen debilidad por lo dulce y aman los postres elaborados con maestría. Esta acogedora cafetería destaca por su aroma invitador a café recién hecho y una deliciosa selección de tartas, pastelería y chocolates. Con un menú que abraza las tradiciones culinarias europeas y polacas, cada bocado promete una mezcla de sabores tradicionales y un toque moderno. Ya sea que te deleites con un desayuno tranquilo o disfrutes de un brunch a media mañana, los ingredientes de alta calidad y la presentación artística seguramente encantarán. Los clientes pueden relajarse en la comodidad de este espacio inclusivo y amigable con la comunidad LGBTQ, o elegir entrega a domicilio o para llevar. Con precios razonables y una variedad de helados artesanales, pasteles de frutas y tortas elaboradas, Verner Chocolate Stories es más que una cafetería: es una experiencia.

Precio

$$$$ 20 - 40 PLN

Comidas

Desayuno, Rama

Cocinas

Europeo, Francés, Comida saludable, Pulir

Servicios

Entrega, Para llevar, Comer en el lugar

Oferta

Sirviendo postres, Sirviendo café

Pago

Pago con tarjeta de crédito

Platos y Bebidas

Descubre los platos destacados y las bebidas únicas que definen el menú de Cukiernia Verner Chocolate Stories Galeria Bałtycka.

Tartas
Chocolate
Pastel de frutas
Helado
Panadería
Pasteles
Tiramisú

¿Cómo llegar aquí?

Las opciones de transporte público más cercanas para su conveniencia.

Gdańsk Wrzeszcz

Estación de tren 227 m caminar

Wrzeszcz PKP

Parada de autobús 152 m caminar

Galeria Bałtycka

Parada de autobús 180 m caminar

Gdańsk, Galeria Bałtycka (n/ż)

Parada de autobús 199 m caminar

Galeria Bałtycka

Parada de tranvía 196 m caminar

3.8

basado en 167 opiniones

Google

3.8/5 167 opiniones

Aleksandra Kasperowicz

Pyszna kawa i ciastko , obsługa bardzo miła. Serdecznie polecam 😊

Mariana oli

Дуже смачно. Гарний персонал.

Jeca Klein

Unsere Ankunft in der Konditorei wurde von den Mitarbeitern massiv ignoriert. Es waren lediglich zwei Tische besetzt, also kann man wirklich nicht von totaler Überlastung des dreiköpfigen Personals sprechen. Wir haben den einzigen Tisch ausgesucht, an dem wir zu dritt platz fanden. Dieser wurde jedoch nicht sauber gemacht. Bis zum bitteren Ende. Unsere verzweifelten Versuche mit den Mitarbeitern in Kontakt zu treten, wurden ihrerseits gekonnt abgewehrt. Unser Winken in ihre Richtung wurde offensichtlich als schlechte Pantomime missverstanden. Nachdem wir uns sicher waren, dass es der richtige Ort zum Verhungern wäre, gaben wir nach 15 min. auf und verliessen die Servicewüste Richtung Konkurrenz. Als Souvenir durfte ich ein etwa 20cm großen Fleck (Substanz unbekannt) auf meiner Hose mitnehmen, weil ich nicht gemerkt hatte, dass auf den Stoff-Fauteuil, vor uns jemand was ausgeleert hat. Das war ein Erlebnis, wie vor 40 Jahren zu Kommunistenzeiten. Definitiv nicht zu empfehlen!