Friburgo de Brisgovia

La ciudad más soleada de Alemania se acurruca cómodamente junto a la legendaria Selva Negra a orillas del río Dreisam. Popular entre los turistas, Friburgo de Brisgovia es conocido por su reconstruido Casco Antiguo y los Bächle, un sistema de alcantarillas abiertas urbanas creado a principios del siglo XII. El histórico mercado de la ciudad se ha convertido en un patio de comidas internacional: se pueden probar platos alemanes, del Medio Oriente, sudamericanos y asiáticos. Los mercados navideños operan en diciembre en Münsterplatz y Rathausplatz.

El símbolo de la ciudad es la majestuosa Catedral de Friburgo de estilo gótico. En su torre hay un mirador desde el que, en un día claro, se puede ver Francia. Vale la pena descansar en un café en la Plaza del Ayuntamiento, visitar el Museo de los Agustinos y admirar el antiguo fresco en las puertas de la ciudad. En las Puertas Viejas hay una placa conmemorativa en recuerdo de los tiempos de la caza de brujas.

Las mejores vistas de Friburgo de Brisgovia se obtienen desde la Torre del Schlossberg; se puede subir a pie o en funicular. Desde la ciudad, los turistas se aventuran a esquiar en la montaña Schauinsland, degustar vino en Oberkirch, explorar las rutas de la Selva Negra y el lago Titisee. Para divertirse con los niños, visiten el parque temático Europa-Park.

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