Y por fin acudi! Llevaba tiempo oyendo cosas muy buenas de este lugar y tenía ganas de ver si se correspondían.
Está ubicado en un lugar que a priori no tiene mucho reclamo. Pero es una zona tranquila, lejos del bullicio céntrico y con mejor zona para aparcar.
El sitio sin más, no destaca de forma positiva ni negativa.
La atención por parte del jefe de sala muy correcta: amable y con una cercanía comedida. Bien.
He optado por el menú del día donde había cierta variedad: 3 primeros y 2 segundos (al menos carne y pescado). Escogí las judías verdes....concepto extraño con huevo y longaniza....mucho más de complemento que de plato principal....
Pasemos al segundo: bonito. Muy tierno, muy bien hecho, la salsa demasiado dulce a mí gusto, pero correcta. Lo que...calamares fritos acompañando? Tampoco le veo muy sentido.
Postre correcto, fresco aunque dulzón.
Platos muy llenos, repletos de cosas, algunas con más acierto que otras.
Precio: 18€
Resultado: buena atención, buen género pero desaprovechado.
Es posible que a carta sea su punto fuerte.
Muchas gracias 🫂