Descripción

El Monasterio e Iglesia de San Pelayo de Antealtares en Santiago de Compostela ofrece una experiencia culinaria única en su apacible establecimiento. Muy valorado por los visitantes, este acogedor lugar, regentado por monjas benedictinas, sirve una deliciosa variedad de pasteles, bizcochos con frutas, tartas y tostadas. Su especialidad, la Tarta de Santiago, es especialmente apreciada por su auténtica receta a base de almendra. Los visitantes tienen la rara oportunidad de interactuar con las monjas mientras compran este pastel tradicional. Los precios son sorprendentemente asequibles; se prefiere el efectivo para compras pequeñas, lo que te permite apoyar directamente la labor artesanal de las monjas.

Precio

$$$$

Pago

Pago con tarjeta de crédito

Platos y Bebidas

Descubre los platos destacados y las bebidas únicas que definen el menú de Monasterio E Iglesia San Pelayo Antealtares.

  • Tartas
  • Pastel de frutas
  • Pasteles
  • Tostada

¿Cómo llegar aquí?

Las opciones de transporte público más cercanas para su conveniencia.

Aucasa
Parada de autobús 314 m caminar
Xoan Xxiii
Parada de autobús 720 m caminar
Calle Nova
Parada de autobús 454 m caminar
IES Do Sar
Parada de autobús 861 m caminar
Estación de Tren de Santiago de Compostela
Estación de tren 1.09 km caminar

Reseñas y calificaciones

Escribe una opinión
4.7
basado en 49 opiniones
4.7/5 49 opiniones
jean stie
jean stie
3 semanas hace en Google
  • Comida: 5
  • Servicio: 4
  • Atmósfera: 5

Prendre ses précautions car les tartas de Santiago se terminent vites y aller faire la queue avant l’ouverture

maria diaz
maria diaz
1 mes hace en Google
  • Comida: 5

Tarta De Santiago que hay que probar, porque no es la típica. Muy recomendable

Euge
Euge
2 meses hace en Google
  • Comida: 5
  • Servicio: 5
  • Atmósfera: 5

Una experiencia singular y con mucho encanto en Santiago de Compostela. En este monasterio, las monjas de clausura elaboran únicamente Tarta de Santiago, y la venden directamente desde el interior del convento, manteniendo siempre su clausura. El proceso tiene su ritual: entras al pequeño vestíbulo, eliges si quieres una ración o una tarta entera que se ve en un mostrador, y luego por un lateral hay un timbre. Al tocarlo, una monja te atiende desde el otro lado de una pequeña puerta, sin contacto directo. La tarta es auténtica, sencilla y deliciosa, como debe ser: almendra, azúcar, huevo y tradición. Eso sí, hay que tener en cuenta que no aceptan pagos con tarjeta si no llegas a 6 €, así que es mejor ir preparado si solo quieres una porción. Una joya escondida para quienes aprecian lo auténtico y lo tradicional.

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