Descripción

En San Jerónimo Aculco, Ciudad de México, el Restaurante Los Tecotitos y Mezcas de Hidalgo ofrece una experiencia gastronómica donde la autenticidad se une a la atención al detalle. Conocido por sus tortillas hechas a mano y por servir los platillos en cazuelas de barro tradicionales, aporta un encanto rústico a la mesa. El área de jardín techado ofrece un ambiente tranquilo y sereno, complementado por la limpieza destacable del restaurante y su servicio atento. Aunque algunos comensales señalan que las porciones son algo pequeñas y los precios algo altos para una fonda, los buenos sabores y el ambiente único suelen dejar una impresión duradera. Sin embargo, es importante tener en cuenta informes ocasionales sobre la presencia de ratones, lo cual podría preocupar a algunos visitantes.

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¿Cómo llegar aquí?

Las opciones de transporte público más cercanas para su conveniencia.

Magnolia
Parada de autobús 483 m caminar
Av. Contreras - Casa Popular
Parada de autobús 557 m caminar
Periférico - DIF
Parada de autobús 905 m caminar

Reseñas y calificaciones

Escribe una opinión
4.6
basado en 35 opiniones
4.6/5 35 opiniones
Javier Garduño
Javier Garduño
14 julio 2023 en Google
  • Comida: 5
  • Atmósfera: 5

Es un lugar limpio y muy tranquilo, me gustó que están atentos a lo que necesites, tienen tortillas hechas a mano y un jardin techado donde comes muy agusto

Beto L
Beto L
7 junio 2023 en Google
  • Comida: 5
  • Servicio: 5
  • Atmósfera: 4

La comida tiene buen sazón, toque ligeramente diferente a otros sitios pero que hacen diferencia al momento de saborear. La mayoría de las cosas te las sirven en platos de barro, lo que también le da un toque muy especial al sitio. Hay dos áreas, entrando frente a la calle o atrás, al fondo, donde convives un poco con la naturaleza.

Karina Mendoza
Karina Mendoza
25 enero 2024 en Google
  • Comida: 2
  • Atmósfera: 1

No me quedaron ganas de regresar. Estuve ahí sentada 1 hora y en ese tiempo vi pasar dos ratones, como pedimos a la carta se preparó la comida en el momento por eso decidimos quedarnos. Las porciones son pequeñas, la comida no tiene un sabor extraordinario y para ser una fonda el precio es elevado. Lo único bueno fue la atención de mesero, muy atento y agradable, pero parecía tenerle miedo a la señora que cocina, que asumo es la dueña.

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