Descripción

Ubicado sobre la Altstadt de Heidelberg, el Castillo Molkenkur es un lugar encantador para relajarse, tanto si te reúnes con amigos como si disfrutas de una comida en solitario. Su ambiente informal y acogedor lo convierte en una opción ideal tanto para el almuerzo como para la cena. El menú ofrece una selección deliciosa de platos que combinan a la perfección con una variedad de bebidas, incluyendo cerveza, vino y un café excepcional. Los postres son imprescindibles, cerrando la experiencia gastronómica con un toque dulce. El servicio es atento, lo que garantiza una visita agradable tanto si optas por llevar comida para llevar como por comer en el lugar con calma. Con reservas disponibles, puedes asegurar una mesa con facilidad. La hermosa vista desde la terraza añade una capa extra de encanto a este ya cautivador sitio.

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Comidas

Almuerzo, Cena

Servicios

Para llevar, Reservas disponibles, Comer en el lugar

Oferta

Se sirve alcohol, Sirviendo postres, Servir cerveza, Servir vino, Sirviendo café

Pago

Pago con tarjeta de débito, Pago con NFC

Atmósfera

Informal, Acogedor

Mejor para

Reunirse con amigos, Cenas en solitario

¿Cómo llegar aquí?

Las opciones de transporte público más cercanas para su conveniencia.

Heidelberg, Molkenkur
Parada de autobús 71 m caminar
Oberer Fauler Pelz
Parada de autobús 446 m caminar
HD Schloss
Parada de autobús 266 m caminar

Reseñas y calificaciones

Escribe una opinión
4.0
basado en 279 opiniones
3.6/5 23 opiniones
4.0/5 256 opiniones
Gilles Bourdin
Gilles Bourdin
10 meses hace en Google
  • Comida: 5
  • Atmósfera: 5

Essen war sehr gut. Wunderschöne Terrasse mit tollem Blick auf Heidelberg.

Gervacio Kim
Gervacio Kim
12 meses hace en Google
  • Comida: 5
  • Atmósfera: 5

Buena comida, excelentes vistas, buen servicio y atención.

Sophie zur Jacobsmühlen
Sophie zur Jacobsmühlen
27 agosto 2024 en Google
  • Comida: 4
  • Atmósfera: 5

Das Essen war an sich sehr gut. Nur wenn ausgeschrieben ist, das Gemüse bei einem Gericht dabei ist gehe ich davon aus, dass mehr als eine halbe Möhre und ein Köpfchen Romanesco sich auf dem Teller befindet. Die Bedienung war zwar bemüht, aber bei den Preisen sollte man erwarten, dass das Besteck wenigstens gerade und ordentlich auf den Tisch gelegt wird. Zudem wurde man auch nicht gefragt, ob man noch ein Getränk bestellen will. Die Aussicht ist natürlich der Hammer!

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