Ciudad belga de Brujas

Brujas es una encantadora ciudad belga que cautiva desde los primeros momentos de estar allí. Aquí, si dejas de lado los dispositivos modernos e ignoras los coches, puedes pensar seriamente que has viajado en el tiempo a la Europa medieval.

Brujas es una ciudad de cisnes, canales, antiguas catedrales, mercados navideños tradicionales y paseos tranquilos. En Brujas, cada centímetro de adoquines y cada ladrillo de los edificios respira historia, no una historia llamativa, sino real, con las paredes de las casas cubiertas de musgo y humedad, fachadas oscurecidas por el tiempo y parques silenciosos.

Conocer esta ciudad mágica es mejor empezarlo con un paseo por la plaza principal, Grote Markt. Un recorrido estándar de Brujas no estaría completo sin visitar la torre campanario Belfort (Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO), el convento de viudas solteras y el museo de bellas artes. Brujas también cuenta con interesantes museos temáticos: el Museo de la Patata Frita, el Museo de la Cerveza, el Museo del Encaje y el Museo del Chocolate.

¿Cuándo ir?

Tradicionalmente, los turistas visitan Brujas durante la Navidad para asistir al mercado local y experimentar el ambiente festivo. Sin embargo, cabe señalar que el clima invernal en Brujas no es el más favorable para paseos. Los inviernos en la ciudad son húmedos y la temperatura rara vez baja de cero grados Celsius, lo que hace que esté bastante frío en esta época. Las mejores condiciones climáticas para pasear por las antiguas calles se observan en la temporada de verano. Si quieres explorar la ciudad sin las multitudes de turistas, elige visitarla a mediados de primavera o principios de otoño.

¿Qué comprar?

Ir de compras en Brujas es bastante cautivador, ya que los turistas suelen llevarse de recuerdo no ropa ni zapatos, sino artículos exclusivos y con atmósfera que les recordarán su agradable viaje a la ciudad medieval durante mucho tiempo. Las tiendas de antigüedades y los mercados de pulgas, donde puedes encontrar souvenirs y artículos de interior de diferentes épocas, son muy populares en Brujas.

El chocolate belga es un excelente regalo para amigos y familiares. En Brujas, no encontrarás solo barras de chocolate comunes. Las boutiques locales de chocolate venden obras de arte de confitería, y cada bombón es una creación de chocolateros profesionales. Otro recuerdo que tus amigos apreciarán es la cerveza belga.

El encaje belga también es un símbolo de Brujas. Los artículos de encaje hechos a mano se distinguen por su extraordinaria delicadeza de elaboración y elegancia de patrones. La variedad de artículos es igualmente asombrosa: camisones, delantales, cortinas, manteles, servilletas.

¿Qué probar?

Es difícil quedarse con hambre en Brujas. Los lugares de comida locales y los puestos callejeros ofrecen una variedad de delicias. Por supuesto, ningún menú, ya sea de un café económico o de un restaurante elegante, estaría completo sin la principal invención culinaria de los belgas: las papas fritas, que se consumen aquí tanto como un plato independiente como un acompañamiento, por ejemplo, con mejillones en salsa.

La cocina flamenca está muy extendida en Brujas. Vale la pena mencionar la sopa de pollo "waterzooi", el queso belga, el conejo estofado y la sopa de pescado. El aperitivo más popular de la ciudad se llama "frikandel". Este plato consiste en papas fritas, que pueden ir acompañadas de salsas, bocadillos, verduras y otros ingredientes al gusto. Otro plato favorito entre los locales son los mejillones, que tradicionalmente se sirven en sus conchas con varias salsas (vino, crema, ajo).

¿Dónde alojarse?

Brujas es una ciudad turística, por lo que encontrar alojamiento no debería ser un problema. No obstante, vale la pena señalar desde el principio que el costo de los hoteles aquí es un poco más alto que en ciudades europeas similares. La parte histórica de Brujas alberga hoteles boutique de moda, donde las habitaciones pueden incluso contar con auténticos muebles antiguos y decoración vintage.

Para los viajeros que buscan ahorrar, hay varios hostales disponibles. En los distritos modernos de Brujas, hay hoteles de cadenas de calidad y casas de huéspedes de precio medio. Literalmente en cinco a diez minutos, puedes encontrar y reservar un hotel que cumpla perfectamente con tus requisitos.

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