Nuestra experiencia en este restaurante fue sobresaliente en todos los aspectos. Desde nuestra llegada, el personal se mostró atento y eficiente: en cuanto quedó una mesa libre nos sentaron de inmediato, y enseguida acudieron dos camareros, uno para dejarla impecable y otro para tomar la comanda con amabilidad y profesionalidad.
Las recomendaciones sobre los platos fueron muy acertadas y, además, nos sugirieron un vino refrescante que armonizó a la perfección con la cena. Un detalle que valoramos especialmente fue que, con cada plato servido para compartir, se renovó por completo el servicio, incluidas las servilletas, lo que refleja un cuidado excepcional hacia el cliente.
Tanto el servicio como la calidad de la cena fueron de un nivel excelente. Una experiencia redonda que confirma que este restaurante es todo un acierto. Sin duda, volveremos.