El Bar Manolín Campa es de esos lugares que uno descubre casi por casualidad y que rápidamente se convierte en sitio de visita obligada. Ofrece una variedad muy completa de platos combinados, pintxos, ensaladas y un menú del día que, por tan solo 10€, sorprende tanto por la calidad como por la cantidad.
Cada plato que probamos estaba delicioso, bien servido y con raciones generosas. La relación calidad-precio es excelente, ideal para quienes buscan buena comida casera sin dejarse el bolsillo. En tiempos donde comer bien a buen precio parece imposible, Manolín Campa demuestra que todavía hay bares auténticos que lo hacen posible.
El ambiente es muy agradable, todo el equipo de camareros fue increíblemente amable, atentos en todo momento y con una sonrisa que se agradece. Mención especial merece Manolín, el dueño, cuya cercanía y simpatía marcan la diferencia y hacen que uno se sienta como en casa desde el primer momento.