Bueno, bonito y correcto. Lo conozco desde el primer local que tenían justo en frente, pero hacía al menos unos cinco años que no lo regentaba y me ha encantado. Mi amiga Inma tenía plan esta noche, le falló y ahí estaba yo para cubrir la vacante 😀
Hemos cenado en una de las barritas con vista a la terraza exterior y además de lo bonito y acogedor que es el local, el servicio por parte de los camareros también acompaña mucho. Es atento y con ganas de hacer las cosas muy bien. Los platos son pequeños, pero en su justa medida y con un sabor muy muy condensado. La carta es muy correcta, pero con platos excelentes. Hemos empezado con un buen cóctel, hemos continuado con unos platos variados a de entrantes y hemos terminado con la carne de pluma que estaba riquísima además de muy tierna. Postres no hemos pedido porque estábamos perfectos y porque no acostumbramos a hacerlo. Pero las mesas que estaban al rededor si que los pidieron y para los más golosos, decir que tenían muy buena pinta.
Especial mención a todo el equipo de cocina por tan buena labor.
Además de mesas en el comedor interior, hay una amplia terraza exterior.