El pozole de este lugar es simplemente normal, no sé si sea realmente un sabor que te transporta a las tradiciones mexicanas.
La carne está bien cocida, pero el caldo no tenía ese toque justo entre condimentos y especias.
De entre los familiares que fuimos, algunos que pedimos el pozole verde, para algunos era poco picante y para otros demasiado picante cayendo en la exageración. No sé si cada plato le ponen cierta cantidad de condimentos pero para mí fue en extremo picante. De forma 'metiche', probé el de mi familia y no tenía el mismo sabor.
Además, me encanta que ofrecen todos los acompañamientos tradicionales como rábanos, lechuga, cebolla y orégano, lo que permite armar tu plato a tu gusto.
Sobre el ambiente, ese día no había luz y tampoco funcionaba los baños, ya podrás imaginar!!
El lugar en sí es agradable y el servicio de los meseros que intentan ser amables, pero vaya que sí llegaron a olvidar las cosas que pedíamos.
No sé si volvería para probar otras variedades que tienen en el menú.