La verdad por las fotos y reseñas que había visto y leído esperaba algo mejor.
Nunca pensé que iba a comer en una cochera habilitada como restaurante.
Literalmente, comimos a un paso de la banqueta, con mobiliario dispar, maltratado de la pintura y por los precios, esperaba algo mejor.
La comida en términos generales estuvo aceptable, nada espectacular, pero bien.
El servicio es lento y hay que tomar en cuenta que los platillos se preparan al momento y en consecuencia, van llegando a la mesa conforme van estando listos.
Éramos un grupo de ocho personas celebrando un cumpleaños y fuimos comiendo según llegaron los platos, imposible comer juntos pues la espera haría que los primeros comieran frío.
Agradezco el detalle que tuvieron cuando pedimos pastel para celebrar al muy joven festejado, de conseguír una velita para que la apagara a pesar de la tardanza.
También que nos hayan permitido cerrar las puertas de la jardinera anexa como de la banqueta ya que, entre la lluvia y el frío había un ambiente muy húmedo y llevábamos una persona mayor.
Incómodo también el hecho de que por el único acceso, entran también los repartidores de aplicación y están entre las mesas esperando sus entregas.
En fin parcialmente decepcionado.
Yo tuve la suerte de ver a un joven que se llevó a estacionar el auto cuando llegué, los demás no tuvieron esa suerte y batallaron para estacionar sus autos, a dos o tres calles de distancia y con parquímetro!
Sin duda hay restaurantes de cocina asiática con mayor variedad, mejor servicio y comodidad.
Ustedes deciden si se atreven a ir a comer.🤷🏻